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- El compromiso es ese gran bien preciado de toda organización, que genera cambio y evolución con el foco en un objetivo común. Las organizaciones que cuentan con personas comprometidas son más eficientes, más abiertas y responsables pero sobretodo, no tienen miedo a experimentar para evolucionar.
¿Qué es el compromiso?
Según la RAE, significa «obligación contraída» o «palabra dada«.
En la empresa, este concepto va más allá. Tener compromiso es manifestar de manera tangible la alineación con la empresa, formando parte activa de ella. La representas con orgullo.
Uno de los objetivos de la dirección general y en especial de la dirección de personas (o RR.HH) es justamente la generación de compromiso. Porque moviliza, acelera, hace que las cosas pasen. El compromiso -en este caso- se asocia a una manera de hacer y trabajar de determinadas personas en pro de los objetivos y de los valores de la propia organización. Lo ideal es que sea algo extenso, generalizado, no sólo de unos pocos.
Si el compromiso se reduce a una minoría puede ser arriesgado, especialmente por estas tres situaciones habituales:
(1) Que esa minoría se sienta cuidada por sus jefes directos y por tanto viva en un «oasis» de crecimiento y desarrollo profesional, a pesar de que no sea algo generalizado en su organización. Se pierden oportunidades por falta de coordinación y conexión con el exterior.
(2) Que estas personas se acaben agotando por la falta de compromiso de la organización y muestren desafección incidiendo en sus resultados (es el famoso «Yo sólo trabajo aquí») .
(3) Que se vaya el mejor talento a la que tenga la oportunidad y no tenga ganas de seguir en contacto con su antigua empresa. El problema es cuando la empresa piensa que para hacer frente a este riesgo (la falta de compromiso generalizado) debe «retener» el talento y no «cuidarlo», el matiz dice mucho.
¿Cómo identificar si nos encontramos ante una empresa «leopardo de las nieves» donde el compromiso es real y generalizado a todos los niveles?
Aquí tienes las siete características que todas las organizaciones que fomentan el compromiso tienen en común :
- Una empresa que fomenta el compromiso conecta el talento interno, promoviendo una cultura única e inimitable, generando valor dentro y fuera. Es fácilmente reconocible pero muy difícilmente copiable, ganando adeptos dentro y fuera. Por este motivo, el mejor employer branding se juega siempre en casa (por calidad de las candidaturas, por ahorro de costes en el proceso de selección y por incorporación de nuevas personas con ese compromiso tan propio e inimitable). Se contagia la manera de ser y hacer, en positivo.
- Una empresa comprometida promueve #AlianzasValiosas de toda la cadena de valor y proyectos de innovación colaborativa ilusionantes. Las personas que integran la organización son embajadores de marca a todos los niveles, desde el ámbito comercial, alta dirección, la persona que te recibe en una visita externa, la persona que te responde un correo, la persona que comparte mensajes en las redes… La reputación es algo que cuesta ganar y que es muy fácil perder.
- Una empresa comprometida sabe que el error forma parte del proceso innovador. Lo importante es el reto compartido que fomenta la diversidad. De esta manera, las decisiones son más ágiles, más fáciles y más transparentes, se fomenta la delegación porque se confía . Todo es más rápido, más sencillo y con más sentido común. Se huye del sistema prusiano del control y la jerarquía para dar paso al liderazgo transformador y una estructura más flexible que permite la jerarquía formal basada en un organigrama y la redarquía, propia de las relaciones por afinidad y valores compartidos. Cuando coexisten ambas «estructuras» se fomenta la participación y el diálogo a todos los niveles, llevando a cabo realmente aportaciones de los empleados.
- Una empresa que promueve el compromiso real trabaja desde los hechos consumados. A menudo en las organizaciones se descuida la comunicación no verbal en la empresa, pensando que si los valores están en la web corporativa (o decimos una cosa pero hacemos justo lo contrario), no pasa nada porque no se percibe. Gran error: más del 80% de lo que se comunica no es verbal y se percibe con más fuerza. No hay mayor desafección que trabajar en una organización que se jacta de decir que las personas están en el centro y luego ver que se toleran prácticas abusivas de poder. Volvemos al punto 1. Nada de retener el talento, hay que cuidarlo.
- Una empresa que fomenta el compromiso sabe que no es equivalente a la motivación y por tanto deben cuidarse las dos cosas. La motivación va asociada a un objetivo personal (un salario, unos beneficios sociales, una promoción) pero cuando se modifican o se alcanzan la motivación desaparece. Una persona comprometida está además motivada, pero va más allá: forma parte de algo, desde la vivencia. La gran diferencia entre una y otra es que el compromiso no es material, no se puede comprar. El compromiso se gana y se vincula directamente con el tipo de cultura existente, inclusiva y basada en el liderazgo que promueve el crecimiento personal y colectivo.
- Una empresa que promueve el compromiso funciona bien en su sector, independientemente del tamaño. Es eficiente, es flexible y no se conforma, por eso focaliza, alinea y actúa. Sabe que es importante tener valores, apostar por la sotenibilidad y enfocarse al negocio. Con visión a corto, medio y largo plazo. Es una organización creadora de océanos azules, donde la competencia es irrelevante y se genera valor. Una muestra cercana y tangible es la de Volswagen Navarra, que ha ahorrado 1,3 MM€ gracias a las propuestas de su plantilla fuente: Diario de Navarra
- Una empresa con compromiso es una empresa donde se sabe que el liderazgo implica vulnerabilidad en ocasiones. Es una organización que desde los pequeños gestos creíbles visibiliza el trabajo bien hecho, fomenta la humanidad y la ética, sin caer en el buenismo y la sobreprotección.
Howard Gadner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, comentó hace algún tiempo en una entrevista en «La Contra» de la Vanguardia que una mala persona no llega a ser nunca un buen profesional, tal vez tenga «pericia técnica» pero nunca será excelente.
Para llegar a la excelencia hay que pasar del yo al nosotros: «no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética».
El compromiso implica ser socialmente responsable, tener autoconocimiento, foco para saber a dónde se quiere llegar como parte de algo y sobre todo colaborar de verdad, donde cada cual tiene su papel y sabe que su actividad condiciona al resto.
Las organizaciones comprometidas fomentan la ética y la #gobernanza porque están convencidas de ello. Y saben que además es la mejor forma de generar valor y progreso, además de solvencia económica (porque son organizaciones rentables). Tienen clara la respuesta a la pregunta #QuéMundoQueremos.
En Nottopic trabajamos para que las empresas promuevan el compromiso y la generación de valor con soluciones reales. En nuestra web encontrarás diferentes casos de éxito, para que acabes de decidirte a hablar con nosotros. Te acompañamos en el camino.
@immaperez
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